El Xacobeo Galicia no pudo con las alturas de la etapa reina de la Vuelta a Chihuahua a pesar de la animosidad mostrada de salida por Iván Raña, quien en el kilómetro dieciséis tomaba parte en una fuga de ocho corredores. Ezequiel Mosquera acabó cediendo tres puestos en la general, pasando al décimo, y la carrera, a tres jornadas del final, se queda básicamente en un mano a mano entre Óscar Sevilla (Rock Racing), nuevo líder; y Gregorio Ladino (Tecos), separados por tres segundos.
Imagen de la tercera etapaLa etapa reina de la Vuelta a Chihuahua se iniciaba en Creel, la localidad más importante de la Sierra de Tarahumara -cordillera ubicada a su vez dentro de la Sierra Madre Occidental- y puerta de acceso a Las Barrancas del Cobre. A través de un recorrido de 152 kilómetros la etapa llegaba a Guachochi.Este escenario idílico, en el umbral de los dos mil quinientos metros de altura, torna fácilmente ese encanto en tortura cuando se aborda en una competición ciclista. Sobre todo en los compases finales de la temporada y sin una preparación adecuada, basada, fundamentalmente, en la adaptación a la altitud.Raña en la fugaSin tiempo apenas para calentar los músculos, ocho corredores saltaban del pelotón, con Iván Raña por parte del Xacobeo Galicia entre ellos. A su lado estaban: Chadwick (Rock Racing), Rui Costa (Caisse d’Epargne), Sarabia (Tecos), Herrada (Contentpolis-AMPO), Tondo (Andalucía-CajaSur) y Bowman (Kelly Benefit).Este grupo delantero se fue desintegrando poco a poco, siendo Iván Raña uno de los que acabaría cediendo. Por detrás, cuando la carrera buscaba el único puerto de primera del recorrido, el Rock Racing seguía insistiendo en lanzar más corredores hacia arriba preparando la estrategia definitiva en esa subida.Comienzo de los ataquesLlegados a ese punto, el puerto de La Laja, surgieron los ataques de Macenbo (Rock Racing), con Ladino (Tecos) a rueda. De Sevilla, con Rasmussen en su persecución. La defensa del equipo del líder estaba clara: atar a los españoles del conjunto norteamericano.Superado el puerto, que coronaba aún escapado Tondo (Andalucía - Cajasur), entró en escena también Moreno (Caisse D´Epargne) para acabar de destrozar el pelotón y dejar en cabeza de carrera a un grupo de quince unidades. La armonía duró poco, rota por un nuevo ataque de Ladino, al que respondieron Rui Costa, Sevilla y Cioni.Escapada buenaEl cuarteto, ante la falta de reacción de un pelotón muy mermado, empezó a abrir hueco en busca de la meta en Guachochi, a la que llegó con más de siete minutos de ventaja. La victoria de etapa fue para Costa, único superviviente de la fuga inicial, y el liderato para Sevilla, que supera en la general en 3 segundos a Gregorio Ladino, en 40 a Cioni (ISD) y en 58 al portugués del Caisse D`Epargne.Entre las bajas que se contabilizaron en el transcurso de la etapa, señalar la de David García por parte del Xacobeo Galicia. El ciclista de Marín ya había adelantado que no tenía una excesiva confianza en el estado de forma que pudiese conservar para esta última prueba de la temporada.Cuarta etapaEl recorrido de la cuarta etapa, de 192 kilómetros, entre Guachochi y Parral aún ofrece margen para la sorpresa y sobre todo para la aventura, con su perfil ondulado en un terreno que se mueve entre los dos mil quinientos metros de altitud del punto de partida y los mil ochocientos de la ciudad que acoge la meta.
Imagen de la tercera etapaLa etapa reina de la Vuelta a Chihuahua se iniciaba en Creel, la localidad más importante de la Sierra de Tarahumara -cordillera ubicada a su vez dentro de la Sierra Madre Occidental- y puerta de acceso a Las Barrancas del Cobre. A través de un recorrido de 152 kilómetros la etapa llegaba a Guachochi.Este escenario idílico, en el umbral de los dos mil quinientos metros de altura, torna fácilmente ese encanto en tortura cuando se aborda en una competición ciclista. Sobre todo en los compases finales de la temporada y sin una preparación adecuada, basada, fundamentalmente, en la adaptación a la altitud.Raña en la fugaSin tiempo apenas para calentar los músculos, ocho corredores saltaban del pelotón, con Iván Raña por parte del Xacobeo Galicia entre ellos. A su lado estaban: Chadwick (Rock Racing), Rui Costa (Caisse d’Epargne), Sarabia (Tecos), Herrada (Contentpolis-AMPO), Tondo (Andalucía-CajaSur) y Bowman (Kelly Benefit).Este grupo delantero se fue desintegrando poco a poco, siendo Iván Raña uno de los que acabaría cediendo. Por detrás, cuando la carrera buscaba el único puerto de primera del recorrido, el Rock Racing seguía insistiendo en lanzar más corredores hacia arriba preparando la estrategia definitiva en esa subida.Comienzo de los ataquesLlegados a ese punto, el puerto de La Laja, surgieron los ataques de Macenbo (Rock Racing), con Ladino (Tecos) a rueda. De Sevilla, con Rasmussen en su persecución. La defensa del equipo del líder estaba clara: atar a los españoles del conjunto norteamericano.Superado el puerto, que coronaba aún escapado Tondo (Andalucía - Cajasur), entró en escena también Moreno (Caisse D´Epargne) para acabar de destrozar el pelotón y dejar en cabeza de carrera a un grupo de quince unidades. La armonía duró poco, rota por un nuevo ataque de Ladino, al que respondieron Rui Costa, Sevilla y Cioni.Escapada buenaEl cuarteto, ante la falta de reacción de un pelotón muy mermado, empezó a abrir hueco en busca de la meta en Guachochi, a la que llegó con más de siete minutos de ventaja. La victoria de etapa fue para Costa, único superviviente de la fuga inicial, y el liderato para Sevilla, que supera en la general en 3 segundos a Gregorio Ladino, en 40 a Cioni (ISD) y en 58 al portugués del Caisse D`Epargne.Entre las bajas que se contabilizaron en el transcurso de la etapa, señalar la de David García por parte del Xacobeo Galicia. El ciclista de Marín ya había adelantado que no tenía una excesiva confianza en el estado de forma que pudiese conservar para esta última prueba de la temporada.Cuarta etapaEl recorrido de la cuarta etapa, de 192 kilómetros, entre Guachochi y Parral aún ofrece margen para la sorpresa y sobre todo para la aventura, con su perfil ondulado en un terreno que se mueve entre los dos mil quinientos metros de altitud del punto de partida y los mil ochocientos de la ciudad que acoge la meta.
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