El Xacobeo Galicia logra otro hito para el ciclismo gallego al proclamarse vencedor por equipos de la Vuelta a España 2009, dejando, además, un sello de ambición y combatividad y un torrente de afecto allá por donde pasó la carrera y entre la afición gallega, en particular. Ese reconocimiento quedó patente a la conclusión de la última etapa, cuando grupos de simpatizantes llegados expresamente de Galicia, gallegos residentes en Madrid y aficionados al ciclismo en general rodearon el coche del equipo para felicitar y victorear a corredores y técnicos.
Xacobeo Galicia, vencedor por equipos en la Vuelta`09Ese espíritu de lucha se hizo patente también en la última jornada, con otra tentativa de victoria a cargo de David García, integrado en una fuga de seis corredores, anulada a cuatro kilómetros de la última meta, en el Paseo de la Castellana en Madrid, por un pelotón que buscaba la llegada al sprint. En esta acción Greipel (Columbia) sumó su cuarta victoria de etapa.El Xacobeo Galicia también estuvo representado en el podio final por Serafín Martínez, vencedor de la clasificación del Sprint Solidario. En la clasificación general Ezequiel Mosquera, reponiéndose al infortunio de las caídas, logró un excelente quinto puesto, el mismo que consiguiera en 2007. Estos, unidos al cuarto del 2008, confirman la gran regularidad del líder del Xacobeo Galicia. Fue, además, el ciclista con mejor rendimiento en las etapas de alta montaña.Alejandro Valverde (Caisse D´Epargne) fue el ganador final de la Vuelta, por delante de Samuel Sánchez (Euskaltel - Euskadi) y de Cadel Evans (Silence - Lotto), que ocuparon la segunda y tercera posiciones en el podio.Una historia real de ciclismoPuede que no lo parezca, pero esta es una historia real de ciclismo. Se juntaron diecinueve un día, y quedaron finalmente los nueve que más aptos se consideraron. Eran de Cacheiras, Marín, Vilagarcía, O Rosal, Porriño, Arteixo, con otros tres compañeros de Voronezh, Bilbao y Cantabria. El patrón que los mandaba era un señor de Ponteareas. Y con la ayuda también de otro señor de Padrón y con auxiliares asimismo de Padrón, Ponteareas, Cambados y O Rosal se fueron a Holanda para iniciar una competición de tres semanas.Al cuarto día, la mitad de ellos se fueron al suelo, porque corrían en las posiciones donde se dice que nunca pasa nada, en cabeza de carrera, disputándole el hueco en su propia casa a los mejores rodadores del mundo. Algunos estuvieron maltrechos, pero se mantuvieron en competición, porque para abandonar "me tienen que cortar una pierna", comentó uno de ellos, dando una idea de la mentalidad y de determinación con la que se enfrentaban a la competición.Sufrieron y pasaron dificultades. Pero estaban acostumbrados. Se había enterrado en el barro y en la nieve en el invierno, se habían calado los huesos con la lluvia en el Camino de Santiago. Habían dormido juntos en albergues y comido el menú del peregrino. Se reunieron varios días a la semana durante ese mismo invierno para trabajar juntos y darse fuerzas mutuamente. Y en los meses previos a la gran cita de la temporada, por varias veces, subieron a la montaña más alta de Galicia, Peña Trevinca, y allí se refugiaron para preparar concienzudamente esa competición.Al noveno día de carrera, después de mucha lucha y varios reveses, llegó una gran victoria. La consiguió un chaval de Vilagarcía, pero la festejaron todos como suya. Siguieron buscando triunfos, con mayor determinación cuanto más duras eran las etapas y más altas las montañas.El de Marín fue segundo a dos mil metros de altura y cuarto el de Cacheiras. Este último también quedó segundo en una meta situada por encima de los dos mil trescientos metros al día siguiente, volviendo a superar a los mejores de la carrera. Una demencial penalización de veinte segundos fue otro revés añadido que tuvo que soportar. Pero al día siguiente volvía a ser cuarto, de nuevo tomando la iniciativa entre los más fuertes de la carrera. Y acabó quinto en la general.Y todos los demás siguieron luchando una jornada sí y otra también, rozando la victoria con otro segundo puesto en Córdoba, esta vez a cargo del joven de Bilbao, y subiendo al podio durante siete etapas para recoger el premio del Sprint Solidario de la jornada.En los últimos días una incidencia sobre otro evento ocurrido en Portugal afectó indirectamente al grupo, por unos servicios médicos comunes. A partir de ahí se pueden hacer todas las conjeturas que se quieran, pero el grupo siguió centrado en carrera, peleando hasta el último metro de cada etapa, y el 20 de septiembre de 2009, después de veintiún días de competición, recibía la distinción al mejor equipo de la Vuelta, entre las veintidós formaciones participantes de Europa, América y Asia.Los que siguieron de cerca este proceso de preparación y victoria, se sienten muy orgullosos de estos chavales de Cacheiras, Marín, Vilagarcía… y emocionados con este triunfo y lo celebran con alborozo, porque es histórico.
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Xacobeo Galicia, vencedor por equipos en la Vuelta`09Ese espíritu de lucha se hizo patente también en la última jornada, con otra tentativa de victoria a cargo de David García, integrado en una fuga de seis corredores, anulada a cuatro kilómetros de la última meta, en el Paseo de la Castellana en Madrid, por un pelotón que buscaba la llegada al sprint. En esta acción Greipel (Columbia) sumó su cuarta victoria de etapa.El Xacobeo Galicia también estuvo representado en el podio final por Serafín Martínez, vencedor de la clasificación del Sprint Solidario. En la clasificación general Ezequiel Mosquera, reponiéndose al infortunio de las caídas, logró un excelente quinto puesto, el mismo que consiguiera en 2007. Estos, unidos al cuarto del 2008, confirman la gran regularidad del líder del Xacobeo Galicia. Fue, además, el ciclista con mejor rendimiento en las etapas de alta montaña.Alejandro Valverde (Caisse D´Epargne) fue el ganador final de la Vuelta, por delante de Samuel Sánchez (Euskaltel - Euskadi) y de Cadel Evans (Silence - Lotto), que ocuparon la segunda y tercera posiciones en el podio.Una historia real de ciclismoPuede que no lo parezca, pero esta es una historia real de ciclismo. Se juntaron diecinueve un día, y quedaron finalmente los nueve que más aptos se consideraron. Eran de Cacheiras, Marín, Vilagarcía, O Rosal, Porriño, Arteixo, con otros tres compañeros de Voronezh, Bilbao y Cantabria. El patrón que los mandaba era un señor de Ponteareas. Y con la ayuda también de otro señor de Padrón y con auxiliares asimismo de Padrón, Ponteareas, Cambados y O Rosal se fueron a Holanda para iniciar una competición de tres semanas.Al cuarto día, la mitad de ellos se fueron al suelo, porque corrían en las posiciones donde se dice que nunca pasa nada, en cabeza de carrera, disputándole el hueco en su propia casa a los mejores rodadores del mundo. Algunos estuvieron maltrechos, pero se mantuvieron en competición, porque para abandonar "me tienen que cortar una pierna", comentó uno de ellos, dando una idea de la mentalidad y de determinación con la que se enfrentaban a la competición.Sufrieron y pasaron dificultades. Pero estaban acostumbrados. Se había enterrado en el barro y en la nieve en el invierno, se habían calado los huesos con la lluvia en el Camino de Santiago. Habían dormido juntos en albergues y comido el menú del peregrino. Se reunieron varios días a la semana durante ese mismo invierno para trabajar juntos y darse fuerzas mutuamente. Y en los meses previos a la gran cita de la temporada, por varias veces, subieron a la montaña más alta de Galicia, Peña Trevinca, y allí se refugiaron para preparar concienzudamente esa competición.Al noveno día de carrera, después de mucha lucha y varios reveses, llegó una gran victoria. La consiguió un chaval de Vilagarcía, pero la festejaron todos como suya. Siguieron buscando triunfos, con mayor determinación cuanto más duras eran las etapas y más altas las montañas.El de Marín fue segundo a dos mil metros de altura y cuarto el de Cacheiras. Este último también quedó segundo en una meta situada por encima de los dos mil trescientos metros al día siguiente, volviendo a superar a los mejores de la carrera. Una demencial penalización de veinte segundos fue otro revés añadido que tuvo que soportar. Pero al día siguiente volvía a ser cuarto, de nuevo tomando la iniciativa entre los más fuertes de la carrera. Y acabó quinto en la general.Y todos los demás siguieron luchando una jornada sí y otra también, rozando la victoria con otro segundo puesto en Córdoba, esta vez a cargo del joven de Bilbao, y subiendo al podio durante siete etapas para recoger el premio del Sprint Solidario de la jornada.En los últimos días una incidencia sobre otro evento ocurrido en Portugal afectó indirectamente al grupo, por unos servicios médicos comunes. A partir de ahí se pueden hacer todas las conjeturas que se quieran, pero el grupo siguió centrado en carrera, peleando hasta el último metro de cada etapa, y el 20 de septiembre de 2009, después de veintiún días de competición, recibía la distinción al mejor equipo de la Vuelta, entre las veintidós formaciones participantes de Europa, América y Asia.Los que siguieron de cerca este proceso de preparación y victoria, se sienten muy orgullosos de estos chavales de Cacheiras, Marín, Vilagarcía… y emocionados con este triunfo y lo celebran con alborozo, porque es histórico.
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