El ciclista español Alberto Contador (Astana) lamentó las posibles consecuencias de la caída sufrida durante el transcurso de la primera etapa de la París-Niza, disputada sobre 201,5 kilómetros entre St Arnoult-en-Yvelines y Contres, un incidente que puede "mermar" su rendimiento, aunque espera "poder salir mañana".
"Lo que me preocupa es el golpe en la pierna. La tengo bastante tocada y eso que todavía estoy en caliente. El problema es el golpe en el músculo, que es lo que puede mermar mi rendimiento, aunque espero poder salir mañana", dijo poco después de pasar la línea de meta.
El corredor madrileño acabó en el suelo a tres kilómetros de meta con un fuerte golpe en el muslo izquierdo tras colisionar con Heinrich Haussler (Cervelo), lo que le obligó a tomar la bicicleta de su compañero esloveno Gorazd Stangelj para evitar nuevas pérdidas de tiempo.
Asimismo, el bicampeón del Tour de Francia explicó las circunstancias del percance. "Fue cuestión de décimas de segundo. Iba por el lado izquierdo de la carretera con relativa normalidad cuando alguien se ha enganchado y me han lanzado hacia la izquierda. He roto totalmente la rueda delantera y me he dado un buen golpe", dijo.
Por otro lado, Contador volvió a refrendar la mala fortuna de su conjunto durante el abanico. "Ha sido una pena quedarme atrás, sobre todo por mi equipo, porque todo el día hemos estado en cabeza y no nos hemos descuidado ni un segundo", añadió
Por su parte, el de Pinto espera ahora "analizar la situación en la general", tras perder 17 segundos en la línea de meta. "La verdad es que no me preocupan los segundos que ha cogido el grupo de delante, sino las consecuencias de la caída. Hubiera sido mejor no perder tiempo, pero lo más importante es ver cómo me recupero", sentenció.
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