El ciclista español Alberto Contador (Astana) realizó un balance positivo al término de la segunda etapa de la París-Niza, de 200 kilómetros entre Contres y Limoges, que superó pese al golpe sufrido en la caída de la jornada de ayer, lo que confirma su comparecencia "asegurada" para el resto de la carrera.
"El día ha sido más o menos como esperaba. Sabía que sería un día complicado en el que no iba a poder pedalear bien a consecuencia del golpe, pero a medida que he ido calentando he podido pedalear cada vez mejor", dijo esperanzado el bicampeón del Tour de Francia, que tiene un golpe en su muslo izquierdo tras su percance de ayer a cuatro kilómetros de meta.
Pese a haber superado este primer inconveniente, el madrileño reconoció que, por el momento, no se siente a gusto. "No he podido llevar mi pedaleo natural, pero he podido salvar un día largo y ahora queda trabajar con el masajista para ver si en dos o tres días más puedo estar perfecto", completó Contador, noveno en la general a 25 segundos del líder.
Por su parte, el campeón en la 'Carrera del Sol' en la edición del 2008 aseguró que ya ha pasado el riesgo de abandono. "Creo que sí, que ya no me iré a casa, porque hoy era la prueba de fuego. He podido terminar y además he podido estar delante, así que continuar en carrera está asegurado", zanjó.
Asimismo, Contador volvió a recalcar la dureza de la prueba gala, que servirá de preparación para su camino hacia el Tour de Francia. "Se están sacando medias altísimas y hay una gran tensión a lo largo de toda la etapa. Hay que estar atento en todo momento, así que es como un entrenamiento de cara al mes de julio en el Tour", señaló.
Por último, el de Pinto realizó sus apuestas entre los más perfilados para el triunfo final de la carrera. "El corredor que me está pareciendo más fuerte es Jens Voigt (Saxo Bank). Aunque hay muchos que van bien, él es quien más me está llamando la atención", concluyó.
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