Las cancelaciones de vuelos en toda Europa están creando muchos problemas a los equipos ciclistas para poder llegar a la salida de la clásica Amstel Gold Race. Corredores importantes, como el español Carlos Sastre (Cervélo) o el inglés residente en Girona Bradley Wiggins (Sky) no han podido volar hasta tierras holandesas. Posiblemente no serán los únicos. Otros han tenido que recurrir al coche y viajar por carretera durante muchas horas para llegar a la clásica de la cerveza. Purito Rodríguez y Filippo Pozzato se encuentran estos últimos.
“La verdad es que tuve suerte -comenta el catalán del Katusha- porque cuando llegué el viernes al aeropuerto habían suspendido los vuelos a Bruselas y a Colonia, pero había uno a Zurich y pude pillarlo”.
Una vez en Suiza y junto con su compañero de equipo Pozzato, alquilaron un coche y se hicieron 600 kilómetros hasta llegar al cuartel general del equipo en Holanda. “La paliza ha sido buena. Nos hemos turnado al volante y llegamos al hotel donde estaba el equipo a las doce de la noche”, comenta Purito, que al menos hoy ha podido salir a estirar las piernas en bicicleta mientras otros viajan por carretera o se han visto obligados a quedarse en sus casas.
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